martes, 20 de diciembre de 2011

Saoirse Ronan es Hanna


Hanna (2011) es una controvertida cinta de acción dirigida por Joe Wright, dura como el pedernal y liviana como una pluma a un mismo tiempo, tal y como Atonement (2007) se mostraba ambiciosa y pretenciosa a partes iguales. Sin embargo, esta colaboración entre Wright y la imparable Saoirse Ronan (aquí un personaje ya literalmente alejado de la civilización y sus convenciones) es también bastante más satisfactoria, pese a (o talvez precisamente por) que su contenido es al menos incomparablemente nimio en primer lugar. Realizado con relativa solvencia, el thriller dramático, además poseedor de elementos humorísticos y de ciencia-ficción, tiene un cierto aire a Lola rennt (1998), y puede ser incluido en la nueva ola de producciones que de una u otra manera han sustituido a los cómics con los cuentos de hadas como su influencia principal --aunque Hanna parezca tener sus pequeños y ágiles pies en ambos mundos. El director y su equipo (en el cual destacan The Chemical Brothers, artífices de la oportuna música incidental) proveen a la acaso ya manida y en todo caso formulista historia de una huérfana adolescente con habilidades marciales y facultades sobrehumanas --especie de cruce entre la Mathilda de Léon (1994) y la asesina Nikita (1990), a quienes habría que sumar Bruce Lee y el Rambo de First Blood (1982)-- de una vocación "intelectual" siempre atípica en el género, y una tempranísima tendencia "realista" que llega a extremos innecesarios e incongruentes. Acompañan a Ronan, Eric Bana (en otra buena actuación) como su padre y una adecuada Cate Blanchett como la malvada agente de la CIA que está detrás de su rastro y del misterio de su vida.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Kazan dirige al tándem Tracy-Hepburn


1947 fue un año clave para el maestro Kazan y el cine. Aquél fue el año de Gentleman's Agreement, Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director, y también el de la fundación del Actors Studio. Y, además, el director y un joven actor llamado Marlon Brando sacudieron los cimientos de Broadway con el estreno de una obra de Tennessee Williams titulada A Streetcar Named Desire. Fue también entonces que salió a la luz este Mar de hierba oscuro y, sin embargo, digno de atención.

The Sea of Grass es un melodrama de inspiración fordiana que se adelanta a otros del propio Kazan como East of Eden (1955), y a Giant (George Stevens, 1956) --curiosamente ambos con James Dean en roles cruciales. El estilo característicamente poético e inconfundiblemente dramático del autor de On the Waterfront, aunque todavía en formación, compensa los lastres de un guión convencional y a veces simplista. Los planos generales (filmados por la segunda unidad o sacados de material documental) que muestran el "mar de hierba", cuyo movimiento recuerda a las olas del mar océano, imponen no obstante con rotunda calma su majestad en blanco y negro. Este punto de vista y la extraordinaria participación de Spencer Tracy hacen del controvertido protagonista un tipo fascinante, temprano poseedor de esa dualidad humana tan cara al arte kazaniano.

A destacar la dinámica segunda mitad --no obstante la retirada de la sensacional Kate Hepburn--. Robert Walker, el gran villano de Strangers on a Train (Alfred Hitchcock, 1951), se roba todas las escenas en que aparece.